Te observan, te critican, te envidian y al final te imitan

"Lo costoso no siempre es bueno, sin embargo, lo bueno nunca es barato"

"Si te copian es porque te has convertido en un ejemplo, si te critican es porque no te pueden copiar"

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Yamaha YZF-R 125

Yamaha, que desde la retirada de la célebre TZR con motor de 2 tiempos en 2000 se encontraba ausente del segmento de las deportivas 125 cc, vuelve dispuesta a dar la campanada con el lanzamiento nada más y nada menos de la hermana pequeña de las ultradeportivas R1 y R6. Un parentesco del que sin duda puede presumir esta nueva YZF-R 125…

La espera ha sido algo larga, pero visto lo que vimos en el stand del Mundial de las Dos Ruedas de 2007 parece que Yamaha vuelve al segmento de las deportivas de 125 cc con la clara intención de hacerse con el mando. Diseñada por el mismo equipo responsable del desarrollo de la R6 y la R1, la YZF-R 125 destaca ante todo por su línea impactante, que se adueña de los grandes rasgos distintivos de la 600 hasta tal punto que un profano en la materia podría pensar que se trata de la misma moto. R6 y R125 comparten en concreto el mismo carenado integral de formas incisivas y con flancos “flotantes” que confieren al conjunto una imagen ante todo técnica y refinada. Comparten también el pequeño silencioso de escape –situado en el lado derecho y que se termina por debajo del reposapiés–, la forma del asiento en dos alturas –cuyo sucinto caparazón se remata con un pequeño faro de diodos– y el diseño del basculante de aluminio.

Con un tamaño digamos serio para una 125, mucho más respetable en cualquier caso que el de la Honda CBR, la YZF-R es una magnífica máquina trufada de pequeños detalles técnicos y estéticos.

Utilitaria… hasta cierto punto

Los aspectos prácticos de la R125 son los propios de una deportiva, más pensada para provocar sensaciones que para prestar servicio en el día a día. Pese a todo, ésta no escapa demasiado mal: la instrumentación incluye todo lo necesario (2 cuentas parciales, aguja de nivel de combustible, testigo de reserva) y se integra en un bonito y ergonómico conjunto. Sus compradores potenciales echarán seguramente en falta el antiarranque electrónico mediante llave codificada. Como contrapartida, algo es algo, bajo el asiento del piloto se ha previsto un minúsculo hueco cerrado con llave donde guardar un antirrobo bloquea-disco, insuficiente a todas luces para una moto así.

Un nuevo motor de 15 caballos

Bien oculto bajo el carenado integral, el motor 4 tiempos es la otra sorpresa de esta YZF-R. Motores de 125 cc con caja de cambios y capaces de entregar 15 caballos, la verdad, no se hacen nuevos todos los días. Este motor refrigerado por agua y alimentado mediante inyección electrónica consta de una culata de 4 válvulas. Por delante del cigüeñal se ha montado un árbol de equilibrado a fin de eliminar las vibraciones parásitas. Paralelamente, dos catalizadores se encargan de que el nivel de emisiones contaminantes se mantenga por debajo de los límites marcados por la norma Euro 3.

Los 15 caballos hacen su presencia a partir de las 9.000 rpm mientras que el par máximo (12,24 Nm / 1,25 mkg, una cifra elevada para una 125) está disponible a partir de las 8.000 rpm. Si a esto sumamos una caja de cambios de 6 velocidades, un arranque eléctrico y un estárter automático el resultado es más que alentador y hasta nos permite afirmar que la YZF está dotada del monocilíndrico 125 cc/4 tiempos más perfeccionado del momento.

EL CLIENTE QUE SE VA POR PRECIO, VOLVERÁ POR SERVICIO

Radical pero civilizada

A pesar de los semimanillares colocados por encima de la parte horizontal de la horquilla, la YZF-R favorece una posición de conducción claramente deportiva, con el busto inclinado hacia delante y el peso cargado sobre las muñecas. Dicho esto, y dentro de un estilo sport, la ergonomía de la Yamaha es irreprochable. Alguien de más de 1,80 m se encontrará más bien a gusto, mejor en cualquier caso que los más pequeños, para quienes el asiento resulte probablemente demasiado alto. Una vez que el piloto se habitúa a esta posición de conducción radical, la YZF se revela más manejable que la mayoría de motocicletas de esta categoría, conocida por no dar facilidades en las maniobras y desorientar a los principiantes. Perfectamente equilibrada, la moto coge las curvas inclinándose progresivamente y gira relativamente bien. La moto también sabe mostrarse a gusto en los atascos, situación en la que puede apreciarse el buen servicio que prestan las suspensiones. El asiento es firme, pero las asperezas del terreno quedan perfectamente filtradas tanto por la horquilla como por el amortiguador. Los retrovisores son realmente funcionales, lo cual está lejos de ser frecuente entre las deportivas. En condiciones urbanas el motor se revela como un preciado aliado. Con un embrague muy suave, el 4 tiempos da muestras de una gran disponibilidad a bajo y medio régimen, respondiendo sin latigazos a partir de las 3.000 rpm. Los reprises se vuelven interesantes a partir de las 5.000 rpm, sin que sea necesario pasar de las 8.000 cuando se adopta un ritmo suave.

Placer de pilotar

El motor de la YZF da lo mejor de sí entre 8.000 y 10.500 rpm, régimen en que interviene el interruptor. Las aceleraciones a esta cadencia son vigorosas, pero este modo de utilización “sport” reclama una atención continua en lo que respecta al cambio de marcha: el resultado en trazado sinuoso es una conducción un tanto técnica. En línea recta, sobre terreno llano, con la cabeza bien metida en la pequeña cúpula y con la sexta a tope, el contador marca 130 km/h. El escalonamiento de la caja nos ha parecido adecuado a lo largo de este paseo de unos 100 km. El consumo por su parte se sitúa entre 4 y 4,5 litros según el estilo de conducción.

Con unas suspensiones irreprochables, la YZF hace gala de un comportamiento que llama la atención por su rigor, hoy por hoy sin equivalente entre las 125 de 4 tiempos, sin renunciar por completo al confort. Siempre dócil, fiable, la moto se coloca sin gran dificultad en la trayectoria deseada. La distancia hasta el suelo permite tumbadas importantes, mientras que el compromiso entre la estabilidad y la vivacidad es, a nuestro modo de ver, el acertado. También la frenada es digna únicamente de elogios. Muy potente en la delantera, el tacto es excelente. En la trasera las plaquetas de materia orgánica buscan ante todo la progresividad. Pero, ¿cabe plantearse grandes distancias a lomos de una YZF? La cosa no parece suponer mayor problema, ya que una vez que uno se acostumbra a la posición de conducción deportiva la moto resulta más bien confortable. La única pega será si quiere viajar con equipaje, que tendrá que limitarse a una mochila.

Una auténtica evolución

Esta nueva Yamaha YZF-R introduce un nuevo concepto en la categoría de las deportivas 125 cc: el de una moto más centrada en las prestaciones aunque sin perder de vista el precio. Y es que a 3.990 € (precio estimado), la moto no deja de ser razonablemente asequible. Esta tarifa queda justificada por lo cuidado del diseño, lo riguroso del comportamiento y por su nuevo motor de 15 caballos. El público natural de la YZF está formado obviamente por veinteañeros deseosos de disponer de una máquina deportiva con la que tener sus primeras experiencias. Dicho esto, los pilotos de entre 30 y 40 años, incluso más, que se benefician de la convalidación de permisos encontrarán en ella una máquina solvente, lúdica y capaz de causar buena impresión… Estamos seguros de que no permanecerán indiferentes.

Especificaciones técnicas

Motor: 1 cilindro, refrigeración líquida, 4 válvulas.

Cilindrada: 124,66 cc

Alimentación: inyección electrónica

Arranque: eléctrico

Potencia: 15 CV a 9.000 rpm Par: 12,24 Nm (1,25 mkg) a 8.000 rpm

Caja de cambios: 6 velocidades Transmisión final: por cadena

Chasis: Deltabox de acero Suspensiones: delantera horquilla telescópica ø 33 mm, recorrido 130 mm; trasera basculante monobrazo, recorrido 125 mm

Frenos: delantero disco 292 mm, pinza 2 pistones; trasero disco 230 mm, pinza 1 pistón

Neumáticos: delantero 100/80 x 17; trasero 130/70 x 17

Depósito de gasolina: 13,8 litros Altura del asiento: 818 mm

Peso en seco: 126,5 kg